Recomendaciones en Seguridad Vial por Cenizas

Ante el fenómeno de la nube de cenizas proveniente del volcán Puyehue, los departamentos de Seguridad Vial y Experimentación de CESVI Argentina desarrollaron el siguiente informe.

En esta época del año es más frecuente la presencia de fenómenos de lluvia, niebla, nieve o hielo sobre la ruta. Sin embargo, en estas últimas semanas se presentó en nuestro país un escenario poco habitual: el fenómeno de la intensa nube de cenizas, proveniente de la erupción del volcán Puyehue, ubicado en la Cordillera de los Andes (Chile).

Desde CESVI Argentina comprendemos la problemática de esta situación y las dificultades que presenta en las distintas regiones. Si usted se encuentra en alguna zona en la que es posible transitar, compartimos algunos puntos a tener en cuenta para disminuir los posibles daños en su vehículo y los riesgos en la conducción.

A la hora de conducir

En materia de Seguridad Vial, es importante para los que están en las zonas más afectadas:

  • Antes de subir al auto, limpiar el parabrisas y luneta para retirar las cenizas y lograr una óptima visibilidad del camino.
  • Reducir la velocidad en todo el trayecto y mantener una distancia de seguimiento adecuada. Si bien la ceniza no tiene por qué afectar la adherencia de los neumáticos y la tracción, es importante destacar que, al igual que la nieve, tapa las referencias visuales del camino. Además, en varias zonas se encuentran trabajando maquinas viales para mejorar la condición de los caminos. Por esta razón, recomendamos transitar con un nivel de atención y precaución extra.
  • Si la ceniza aparece de una manera muy copiosa y se hace muy difícil penetrarla con los faros del vehículo, busque un lugar seguro en el que pueda detenerse.

Cuidado del vehículo
Carrocería
Si es mucha la ceniza depositada sobre la carrocería, una opción sería intentar extraer la mayor parte con una aspiradora sin que su pico toque el vehículo. Deben evitarse cepillos, trapos o plumeros porque al usarlos estaríamos frotando la ceniza sobre la superficie, haciendo un efecto análogo al del uso de una lija fina. Algo similar ocurre al pasar un paño húmedo, ya que de esta manera generamos un barro con características también abrasivas.

Una vez que se extrajo la mayor parte de la ceniza, lo recomendable es hacer correr abundante agua para que arrastre los restos finos que hayan quedado. Luego, y con el vehículo todavía mojado, se puede proceder al lavado habitual con un shampoo para autos neutro, biodegradable, de base acuosa.

Para limpiar los vidrios, por ejemplo parabrisas o luneta, no se recomienda el uso de las escobillas, ya que como las cenizas son abrasivas podrían dañarlas además de rayar los vidrios.
En una primera instancia, lo que se recomienda es una limpieza en forma manual. Se debe enjuagar con abundante agua, luego se secará con un paño adecuado, y por último se limpiará con un líquido limpiavidrios.
No olvide enjuagar con agua las escobillas para sacarle los restos de cenizas.

Mecánica

La ceniza volcánica no afectará directamente al motor si se le realiza el mantenimiento adecuado para esta situación. El filtro de aire es una clave para ello.

Según los datos obtenidos sobre las características de los restos de cenizas volcánicas, un filtro original en un vehículo de hasta 10 años de antigüedad (aproximadamente) será capaz de impedir que éstas ingresen al motor. De todas formas, nos encontraremos con el inconveniente de que el filtro tendrá menor vida útil, ya que éste se obstruirá en poco tiempo de uso, dependiendo de la exposición y concentraciones de cenizas de las zonas donde circulemos.

En vehículos más antiguos, estas partículas podrían llegar a ingresar al motor, a causa de la tecnología que tenían los filtros y los circuitos de admisión. En estos casos, lo que se aconseja es realizar un cambio de aceite y filtro de motor con una periodicidad que dependerá del grado de ceniza al que estuvo sometido el vehículo.

Es importante tener en cuenta que los fabricantes de filtros no aconsejan utilizar el soplete de aire (para limpiar el filtro), ya que podríamos dañarlo, permitiendo que ingresen las partículas que comprometerán el correcto funcionamiento del motor.

Las cenizas pueden afectar al radiador impidiendo el pasaje de aire a través de él y, como consecuencia, un sobrecalentamiento del vehículo.
Lo que se aconseja en este caso, en un principio, es utilizar el soplete de aire en el radiador, con un flujo que irá de adentro hacia fuera y luego enjuagarlo con agua, tratando de sacar todos los restos de cenizas.

La ceniza junto a la humedad puede generar un efecto corrosivo, por lo tanto además de lo anteriormente mencionado, se debe realizar un soplado de todas las partes del vehículo: compartimiento de motor, partes eléctricas del motor, tren delantero, frenos, tren trasero, etc.
Una vez soplado, se debe lavar con abundante agua, cubriendo anteriormente las tomas de aire y los componentes eléctricos.

A modo de conclusión, tenga en cuenta que la periodicidad del mantenimiento preventivo se verá reducida, debido a la presencia de las cenizas volcánicas, según el grado de exposición al cual se sometió al vehículo.